Autora: Nazaret García, investigadora del centro de investigación Finca La Orden – Valdesequera de CICYTEX,

¿Qué tiene que ver la pluma con la puesta?

Muchas especies animales cambian de plumaje o pelaje de forma natural una o más veces al año. Son procesos fisiológicos para adaptarse a la temperatura ambiente, mimetizarse en el paisaje o prepararse para el cortejo u otra fase reproductiva. En las gallinas y gallos, la renovación del plumaje (muda o pelecha) mejora su aislamiento térmico de cara a la estación fría, siendo también un periodo de descanso reproductivo. 

El crecimiento de las plumas comienza alrededor del día 5 de incubación, completándose 2 a 3 días antes de la eclosión. Los pollitos cambian tres veces la pluma antes de los 6 meses de edad. Los adultos renuevan su plumaje por primera vez aproximadamente a los 18 meses de edad, haciéndolo después anualmente. La muda se detecta por las muchas plumas que se ven en el suelo y por el aspecto de las hembras, en los gallos es menos visible. El cambio de pluma se produce sincrónica y simétricamente, es decir, la pluma vieja cae empujada por la nueva y ocurre a la vez en la parte derecha e izquierda del cuerpo. Las plumas nuevas son más anchas y brillantes y tienen el cañón más flexible y opaco que las viejas. Durante este tiempo aumentan los requerimientos nutritivos de las gallinas, especialmente en aminoácidos esenciales, su dieta debe contener cereales variados y vegetales, frescos o deshidratados.  

La muda de las gallinas se relaciona con cambios hormonales que inducen la involución del ovario, por lo que cesa la puesta. Tras la muda, el ovario se regenera para comenzar el siguiente ciclo en el que pondrán huevos más grandes, pero en menor número. 

Temporalidad y duración de la muda dependen de la genética de las aves. Las malas ponedoras comienzan a mudar pronto, a finales de verano, tardando 4-6 meses en volver a poner. Las de productividad intermedia empiezan en otoño y dejan de poner 2-3 meses. La muda de las muy productivas comienza tarde y es más rápida, dura 1,5-2 meses. Así, entrado el otoño, las gallinas más productivas tendrán peor calidad de plumaje porque no han iniciado la muda, siendo este un buen criterio de selección.

La muda forzada es un procedimiento empleado por la industria avícola para sincronizar los lotes de ponedoras, acortar el periodo de muda y mejorar la productividad en el segundo ciclo de puesta. El método más simple consiste en la privación de alimento durante días y está prohibido en Europa y EEUU. En Sudamérica y Asia se investigan actualmente otros métodos de inducir la muda. 

La muda es un proceso natural que ocasiona el rejuvenecimiento de las aves, por lo que últimamente también se investiga en relación con el mecanismo de envejecimiento humano. 


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